SPAN desempeña un papel importante en la mejora de la comprensión y respuestas a la diversidad, donde haya preocupaciones por la violencia doméstica. Nuestros servicios, apoyo, recursos y asistencia se proporcionan de una manera accesible, inclusiva y sensible para todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género, etnicidad, raza, religión, edad, capacidad o nivel de ingresos.

Mientras que la sociedad ha andado un largo camino en nuestra comprensión de la violencia de pareja íntima, manteniendo la creencia de que la violencia doméstica y sexual están arraigadas en el poder y el control, hoy entendemos que el abuso también se deriva de transfobia, misoginia y definiciones rígidas de los roles de género y la masculinidad.
Desafortunadamente, la violencia doméstica no conoce fronteras, y no se limita a ningún tipo de relación. Puede orrir y de hecho ocurre ocurrir en todas las relaciones, independientemente del género, la orientación sexual o la identidad de género de las personas. Es por ello que apuntamos a incorporar la inclusión y la justicia social en todos nuestros servicios, apoyo y recursos.
Este enfoque nos permite interceder por nuestros clientes en una variedad de áreas, ya sea en la sesión terapéutica o al aproximarnos y enfrentarnos a problemas sistémicos más grandes relacionados con la opresión. Creemos que para poner fin a la violencia contra cualquier persona, debemos entender y desafiar las diversas formas de opresión que la gente experimenta, y que puede estar intrincadamente tejida en la violencia doméstica. En las sesiones de consejería, trabajaremos codo a codo con usted para explorar respetuosa y sensiblemente sus propias luchas culturales e históricas, ayudando a guiarle de manera segura por el camino hacia la esperanza y la sanación.